Si te arde por dentro,
hazlo.
Rompe con todo,
corre lo más lejos que puedas
y estalla por dentro.
Si te arde
deja que te queme,
que humeen tus entrañas
y tus venas sean fuego.
Grita hasta quedarte sordo,
piérdete durante el viaje
y ama,
ama hasta el final.
Si te arde por dentro,
no lo pienses,
vívelo.