lunes, 14 de diciembre de 2015

Reflexión VIII - Un gran poder conlleva una gran responsabilidad


Elecciones, sufragio universal, escaños... ¿Qué es todo esto? Menos de una semana para las elecciones y los números bailan, las encuestas hablan, los partidos luchan y los candidatos sudan. Pero, ¿esto qué es? ¿Qué tengo que hacer yo?  No lo sé. Los datos me abruman, los números me lían y el paro sube y baja por momentos.

¿Y de lo mío qué? Acaso no soy yo el que voto. Solo veo a esos extraterrestres discutir, echándose en cara cosas y jugando a un y tú más. Entonces, ¿a quién tengo que votar? Siento que ni esos son los buenos ni tampoco son los malos, simplemente son políticos. Y pobrecitos, la mayoría no es capaz de comprender el mundo que le rodea. 

Pero haciendo un esfuerzo y tratando de sacar el lado positivo de las cosas quiero lanzar un mensaje de esperanza: puedo votar. Si, puedo elegir, de hecho todos podemos elegir. Y como dijo el tío Ben: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Todos tenemos el poder pero quizás no nos damos cuenta de que también tenemos la responsabilidad. Somos responsables de lo que votamos y a quien votamos.

No vengo a tratar de convencerte de a quien tienes que votar pero si a que reflexiones. Reflexiona porque votas a quien votas o porque no votas. Lee, infórmate y pregúntate a ti mismo ¿esto es lo que quiero para mí? No te preocupes si tienes duda, eso es bueno, esos es que lo estás haciendo bien pero como en la vida no todo puede ser bueno así que voy a pedirte otra cosa.

Desconfía, no te creas todo lo que te digan. Los partidos políticos son como tigres tratando de cazar a su presa, todo lo que te digan va a ser bueno porque si no estarían perdiendo votos. No dejes que lo que te entre por un oído entre en tu cerebro sin más. Imprégnate de todas las informaciones que puedas, escucha la radio, lee prensa, mira la televisión pero no solo de los que piensen como tú sino también los que piensen diferente a ti. 

Cuatro años son muy largos. En cuatro años te sacas una carrera. En cuatro años naces, aprendes a andar, a hablar y empiezas a ir al colegio. En cuatro años puedes enamorarte y desenamorarte de la misma persona. En cuatro años puedes dar un par de vueltas al mundo, correr varias maratones y descubrirte a ti mismo. En cuatro años te puede cambiar la vida tanto para lo bueno como para lo malo, porque cuatro años son muy largos.






No hay comentarios:

Publicar un comentario